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Long Distance Calling



El género post-rock en los últimos años se ha visto nutrido de manera asombrosa por grandes bandas, por grandes esfuerzos que lo han consolidado como uno de los géneros mas representativos del siglo XX y a la par, mas icónicos del imaginario emocional del género humano. De este caleidoscopio de sonidos, texturas y capas siempre surgen representantes magníficos que enaltecen no solo la música, si no esa manera de crearla y acoplarla a una realidad que varía de lugar a lugar, de persona a persona, de realidad a realidad.  

Long Distance Calling no es la excepción a esta regla; sin embargo, es una banda que junto a su historia se ha dado a la tarea de romper esquemas y fórmulas replanteando la manera en la que un disco, de cualquier género, debe ser hecho. Desde Satellite Bay han sabido crear piezas instrumentales maravillosas, y su progreso se ha dejado notar en cada producción. Mientras que su primer disco tenía un sonido mas orgánico y sombrío, Avoid The Light, segunda placa de la agrupación, muestra una madurez y permanencia en el sistema nervioso del post-rock que pocas bandas han logrado. Después aparecería su álbum homónimo que acabaría por reafirmar la pasión, la emoción y el desgarre espiritual que la banda provoca.

 Así, y después de dos años de espera y sin importar los constantes cambios de alineación, llega The Flood Inside. Un Álbum que explora la capacidad creativa de un quinteto que ha explorado los inframundos de su género al reinventar su propia reinvención. Este álbum destaca por dos detalles. El primero es la adición permanente de Martin Fischer como vocalista a la agrupación. El segundo: Que la mitad de este disco contiene vocales. Desmitificando así, el género post-rock como lo conocemos.

 El disco abre con un esfuerzo cinemático llamado “Nucleus”, tema en el que se notan la cantidad de capas sin realmente ser muy perceptibles al oído. Un tema que sabe adoquinar el camino para lo que viene. Una batería potente a cargo de Janosch Rathmer y las características y atmosféricas guitarras de David Jordan y Florian Füntmann que dan forma a la estructura medular de el resto del álbum. Siguiendo el momentum que nos dejó “Nucleus” encontramos tonos con reminiscencias electrónicas y espaciales en “Welcome Home”; track que cuenta con la colaboración vocal del frontman de Anathema Vincent Cavanagh. Así este tema toma una una sutileza bella y una textura suave que compaginada con la potencia que los músicos emanan la hacen una pieza perfectamente orquestada.

 El flujo del disco es como un galope, fluye casi sin esfuerzo y se nota como la banda esta bien amalgamada y complementada gracias a la cohesión que sus integrantes han logrado. Esto se nota en “The Man Within”; tema que marca un tempo perfecto, casi como un reloj armado a mano.

 Long Distance Calling continúa innovando no solo a su música si no a su género. El echo de que estén abiertos a tantas colaboraciones hacen que “The Flood Inside” sea una placa que demuestra que la agrupación no tienen miedo de buscar inspiración en otros lados que les pueda brindar mejores y diferentes resultados.

 Así, ese sonido es como una marea que se va creando dentro de los cuerpos de los integrantes de la banda. Vibrando, provocando y logrando un ataque de acordes y notas que no opaca a sus creadores pero los complementa, de futuro a pasado y de pasado a futuro con la marea que crece desde adentro.

-David D.O.-
 Twitter  @The_Horror_

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