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¿POST ROCK?



Subordina la voz a la palabra articulada y por temor de que la musa emprenda el vuelo, le corta las alas.
Sus obras no son propiamente operas, sino dramas sinfónicos; al hombre se le saca de su situación superior y el centro de gravedad de la obra pasa a la batuta de quien interpreta.


El interés, el sentido, el alma de sus producciones está en la idea poética y en el regreso constante hacia el conjunto. Es la música impersonalizada, objetiva, contemplativa...


cita Henri-Frédéric Amiel, en su obra "Diario Intimo", de las mejores descripciones para resolver la incógnita señalada en el encabezado de este escrito, y es que en realidad 



¿existe algo después del rock?.

Muchas veces se ha malinterpretado la etiqueta que se le ha colocado a este estilo musical, un subgénero experimental con raíces en el rock, riffs, melodías, ritmos y que a la vez utiliza acordes en progresión y otros recursos que no son típicas del rock, donde no extraña una ingeniosa y magistral mezcla de violines, guitarras eléctricas, bajos, cajas musicales, órganos, batería, piano, sintetizadores, y casi cualquier objeto que emita sonido, sea este un instrumento musical convencional o experimental.
Es decir, el post-rock, es un género musical que va muy por libre, no tiene estructuras típicas y conservadoras, cada grupo tiene su propio estilo dentro del género en si, por lo que cada grupo es un mundo y una revelación. Los instrumentos utilizados, ninguno destaca sobre otro, es decir, no encontraran solos de guitarra, ni slaps, ni solos de batería, ni nada por el estilo. La estructura de las canciones es distinta, y la melodía crece conforme el tiempo de ejecución, sinfonías que muestran el rincón mas sentimental del ejecutor. 
Es precisamente la experimentación uno de los componentes que más resaltan y gustan entre las bandas consideradas "post rock", pero que abrevia de numerosas fuentes sólo para confirmar que hoy en día los géneros han estallado en pedazos en favor de una imaginativa música de fusión. Muchos confundirán esta cerebral suma de géneros con el progresivo de los 70, pero se le agrega una gran virtud: no posee el *manierismo de éste. 

*reacción anti clásica que cuestionaba la validez del ideal de belleza defendido en el Alto Renacimiento.

Probablemente, Mark Hollis y Tim Friese-Greene cantante y productor en ese orden de la agrupación musical británica Talk talk, nunca imaginaron la influencia que las dos obras postreras tendrían en el desarrollo del rock.




Spirit of Eden (1988), el siguiente trabajo, se adentraría en una complejidad sin retorno. Catorce meses en el estudio traerían consigo estructuras ambientales y en deuda con el minimalismo, arreglos jazzísticos, sonidos orgánicos, acentos avant-garde, obra que constituye un trabajo donde la alineación básica del rock quedó totalmente rebasada en favor de una formación de 15 músicos (amén del coro de la Catedral de Chelmsford), quienes además de talento aportaron violines, trompetas, clarinetes, oboes, contrabajos, percusiones, pianos y órganos.


En su afán de tomar distancia con los nueva oleros, Talk Talk no dudó en relegar a los sintetizadores (instrumentos que jugaron un rol fundamental en las primeras obras) al baúl del recuerdo. Los críticos se mostraron incapaces de poder definir la nueva música de la agrupación británica.


Los integrantes de la banda anunciaron que Spirit of eden no tendría sencillos, tampoco videos, y ni pensar en giras dada la imposibilidad de interpretar en vivo las complejas estructuras musicales.





Laughing Stock(1991), un paso más en la evolución musical. En esta obra, la banda se apoya en un ensamble de cuerdas. El resultado es un rock intenso pero también delicado, evocativo, con la voz y la guitarra de Hollis alternándose el primer plano con el órgano de Friese-Greene, y donde a las texturas de ambient y de free jazz hay que agregar esta vez sonoridades muy emparentadas con una minimalista música de cámara y un toque de kraut-rock.


Ignorados en su época, Spirit of eden y Laughing Stock obtuvieron el reconocimiento años más tarde. Actualmente, ambos registros son considerados por la crítica especializada como las obras seminales del llamado post-rock.


EL NOMBRE.


Cuando en 1994 Simon Reynolds, crítico de la revista británica Wire, escuchó el registro debut de Bark Psychosis, una agrupación que desconocía pero cuyo nombre le llamó la atención poderosamente, quedó sorprendido. En Hex, el grupo inglés comandado por Graham Sutton modelaba su sonido con base en teclados electrónicos, pianos, vibráfonos, cuerdas, metales, además de los instrumentos básicos del rock. Sin embargo, se trataba de una música que contenía una variedad de referencias: ambient, las bandas sonoras, el jazz, la música sinfónica y un rock muy sui géneris donde, por ejemplo, la guitarra no era utilizada para los clásicos riffs, sino para crear texturas. 



Incapaz de clasificar esa música, como los mismos críticos en la época de talk talk, Reynolds publicó la reseña de Hex y acuñó la expresión post-rock para describir aquellas estructuras sónicas. El crítico encontró similitudes entre los sonidos que desplegaba Sutton y compañía y las dos últimas obras de los también ingleses de Talk Talk. 
Para reafirmar esa certeza en los créditos de la citada obra encontró el nombre de Lee Harris, percusionista de los creadores de Laughing Stock.

Después del sorprendente debut Bark se disolvió y diez años después lanzaron, otro extraordinario material titulado Codename: Dustsucker, sin embargo, el término post-rock permaneció. 
A finales de los 90 comenzaron a surgir críticas a este género. Hubo quien consideró que el post-rock había entrado en un bache; lo encontraban desapasionado; otros, opinaron que de revolucionarias e imaginativas, las fusiones habían pasado a ser predecibles. 
Sin embargo, en este siglo bandas como Sigur Rós, Rachel's, Godspeed You! Black Emperor, Mono, Explosions in the sky entre otros, han dado oxígeno a este género. y han sido de los pocos que, sin concesiones, han logrado dar a conocer su música más allá de los circuitos underground. 
Han sido decenas de bandas que han contribuido al crecimiento del post rock, el cual ha reunido una cantidad considerable de bandas que buscan, ya sea por medio de lo colectivo o lo individual, mantener la actividad en la escena, que no discrimina entre lo underground, lo indie y lo comercial. 

Sin duda alguna, éste, uno de los géneros que ha puesto en alto las expectativas de la música moderna y que promete permanecer debido a su constante innovación y capacidad creativa.


















3 comentarios:

  1. buena , con un amigo haremos una disertación y la verdad llegamos a las mismas conclusiones, deberían averiguar algo sobre la modernidad y la posmodernidad y asociar esos términos al post-rock, es bastante interesante las conclusiones que se pueden sacar.

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  2. el post rock de música moderna no tiene nada, post moderna suena mejor

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  3. El termino post rock ya se había acuñado para definir la música en los 60 de gente como Scott Walker en el magnñisfico "Scott 4", eso por no contar a los gurús de la música ambient-industrial, como White Noise o Silver Appels, eso por no contar en los 80 a los irrenunciables Galaxie 500.

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